El Profeta de Gargallo
Pablo Gargallo.
Su padre poseía una herrería, y en ella aprendió la técnica de la forja. Empezó a usar los materiales metálicos como la chapa, el cobre o el hierro. Sus primeras obras son piezas de gran simplificación, elaboradas con chapas recortadas y ligadas a la estética cubista. Años más tarde, en París, donde se instala definitivamente, crea un nuevo lenguaje escultórico introduciendo el vacío como volumen y dotando a sus figuras de gran dramatismo expresivo. Se acercó al cubismo y al expresionismo y al mismo tiempo se mostró también sensible a la influencia del arte primitivo. En esta línea creará obras que se caracterizarán por el juego entre el volumen y el vacío.
Una de sus obras más importantes es El profeta
Os dejo aquí un enlace a un buen comentario de Manuel GuillénRetomamos al futurista Boccioni, ahora como escultor.
- Figura antropomórfica en movimiento, cual secuencia fílmica (resultado parecido al planteamiento cubista.
- El tema es el propio movimiento.
- Al igual que hacía en sus pinturas, intenta expresar dinamismo. Ejemplo: Carga de lanceros.
Esto lo tomó de la pintura de Giacomo Balla, con obras como Niña corriendo en el balcón.
Aquí os dejo un comentario de Jesús Ruiz
Podéis rematar el comentario con lo siguiente: Por último, aunque el futurismo reniega de las formas heredadas del pasado y del peso de la cultura de la antigua Grecia, la escultura Formas únicas de continuidad en el espacio guarda un más que evidente parecido con la Victoria de Samotracia, pues aunque en la griega no hay desdoblamiento, ambasrecrean una misma sensación: el movimiento rápido y decidido del cuerpo en el espacio. En la Victoria esto se consigue mediante el movimiento de las ropas que envuelven la figura y se pegan y despegan, mientras que en Boccioni se consigue mediante el modelado del cuerpo del personaje.
Fuente de Duchamp
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(Este comentario es el que más me ha gustado, por ser completo y explicarnos la historia de la obra y el sentido del Dadaismo)
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Tenéis también un comentario en la pág. 55 del cuadernillo donde se alude al acercamiento a posturas surrealistas dentro de esa estética abstracta e incluso a una relación con el cubismo por la descomposición de planos.
También de Julio González, citada en el comentario: Mujer sentada
Mademoiselle Pogany 1 de Brancusi
En 1912 crea este modelo realizado en mármol que servirá de base para que mediante un
vaciado se funda en bronce en 1913 de esta manera mediante el brillo con sus reflejos se
integra en el espacio o interactúa con él.
Es un ejemplo de la evolución de su trabajo
hacia la simplificación o esencia en la que adquieren gran
importancia los estudios sobre
los óvalos o formas primitivas.
La modelo es la pintora Margit Pogany
y como se observa aún existe cierta referencia con la naturaleza.
Sobre el autor: Constantin Brancusi es uno de los grandes
escultores del siglo XX. Nace en Rumania en el seno de una familia
humilde , él mismo fue pastor, durante los inviernos el niño era empleado en la
única tienda del pueblo donde además aprendió a leer y en sus ratos libres a
tallar la madera . Sus cualidades permitieron que llamara la atención de un visitante
que le ayudó a estudiar en la escuela de Bella Artes de Craiova y
posteriormente mediante una beca en Bucarest. A sus 28 años llegó a Paris
, al principio empezó a trabajar con August Rodin con el
que que solo estuvo dos meses al considerar que a su lado no
podría progresar.
Eligió
la penuria económica y el aprendizaje de manera autodidacta aunque
entrando en contacto con artistas de las vanguardias como ,
Duchamp, Picasso, Braque y sobre todo con Modigliani con el
que mantuvo una gran amistad a pesar de las diferencias de caracteres entre el
ascético Brancusi y el amante de la vida nocturna Modigliani.
Sin embargo a pesar de su contacto con estos
movimientos su estilo no puede ser englobado en ninguno, creando una forma
de concebir la escultura basada en la esencia.
El escultor rumano Constantine Brancusi realizó esta escultura en el año 1913. Si bien es cierto que de este retrato de la señorita Pogany realizó varias versiones, entre ellas esta que mostramos aquí. Una obra que actualmente se conserva en el Museum of Modern Art de Nueva York.
Se trata de una pequeña figura en bronce, la cual es la evolución del retrato inicial que hizo en mármol y de la que sacó un vaciado en yeso para su posterior fundición en este metal.
Es una obra que marca muy bien la evolución del arte de Brancusi. Podemos apreciar que es algo bastante avanzado y vanguardista respecto las formas más primitivas que trabaja tras su llegada a París, con obras como por ejemplo El Beso.
Pero que todavía no ha alcanzado la abstracción y la ligereza más absoluta de obras posteriores como puede ser Pájaro en el espacio.
Estamos ante una época en la que Brancusi de alguna forma está buscando su camino, y todavía no ha emprendido su vía hacia la simplificación total. Se trata de una época en la que está muy influido por otro artista del momento, con el que mantiene una estrecha relación, pese a sus diferentes caracteres. Ese amigo es el pintor italiano Amedeo Modigliani, famoso por sus retratos de mujeres como La mujer con corbata negra o sus desnudos como la Mujer con collar.
Modigliani y Brancusi establecieron una relación de amistad muy curiosa. Pero no solo de amistad, ya que Brancusi sin duda le guió al italiano en sus incursiones en el arte de la escultura. Mientras que Modigiliani desde luego que influiría con sus mujeres no convencionales y tan estilizadas en el arte del rumano.
Si observamos el busto de Mlle. Pogany está claro que no estamos ante un retrato convencional. Se trata del rostro muy simple de una mujer. Lo ha reducido a un óvalo y en él destacan sus enormes ojos almendrados. Mientras que como toque naturalista está el cabello con una pátina negra. Sin duda, un retrato muy potente y vanguardista. Tanto que cuando fue presentado por primera vez en Estados Unidos, la crítica del momento lo acogió con mucho sarcasmo y sencillamente lo describieron como un huevo.
No obstante era un retrato, y más concretamente de la artista Margit Pogany, a la cual había conocido Brancusi en París. Si bien, lo curioso es que esta efigie la realizó una vez que la mujer había dejado la capital francesa donde había intentado triunfar como pintora, algo que nunca llegó a alcanzar, y ha pasado más a la posteridad por la obra del escultor rumano, que por sus propias creaciones.
Alexander Calder fue un ingeniero y escultor
estadounidense que se trasladó al efervescente París de los años 20 y comenzó a
crear figuras de animales en madera y alambre. Poco a poco las fue
simplificando hasta llegar a la abstracción y descubrió que ganaban en
dinamismo si se movían en realidad. Nacieron así sus innovadores móviles o
chupin (juguetes móviles colgantes), que acabarían por ser el germen de la
escultura cinética.
Calder empezó con esculturas relativamente
pequeñas, pero con el paso de los años estas fueron creciendo hasta llegar a
esculturas monumentales, que acabaron el calles y plazas de las principales
ciudades del mundo. Sus móviles (bautizados así por Marcel Duchamp) eran
complejas estructuras de formas orgánicas abstractas, por lo general
suspendidas en el aire, que se balancean de forma suave y armónica. El
movimiento rotatorio, casi imperceptible, consigue que las piezas de esas
esculturas van cambiando de forma, haciendo infinitas esculturas de una sola.
También se interesó por las sombras que
proyectaban sus móviles, tan cambiantes como la pieza en sí, por lo que empezó
a cuidar la iluminación de los espacios expositivos. Además, otro factor
interesante y novedoso fue el sonido, y lo tuvo en cuenta en sus obras, ya que
estas estructuras chocaban unas con otras.
Una influencia básica en su obra, además de Arp,
fue la de Mondrian, artista que le causó un gran impacto por su serena
sencillez y sus colores puros. A modo casi de homenaje, Calder apenas se sirvió
de colores en su obra. Negros y blancos fueron sus favoritos, con el añadido
ocasional de los tres primarios y un par de secundarios.
Esta obra en cuestión, Langosta, nasa y cola de pez pertenece a su primera década de móviles. Calder alcanzará la fama con esta
obra, que le fue encargada para ser albergada en la escalera principal del
Museo de Arte Moderno de Nueva York en 1939. En todos estos móviles de los años
30, y en lo sucesivo, las piezas son dispuestas en una equilibrada gradación de
alturas que intensifica la sensación de movimiento.
Este
equilibrio, así como las formas de las piezas y sus colores, nos recuerdan las
pinturas de Mondrian en cuanto al color, pero también a Miró en cuanto a la
forma. Calder conoció a ambos en París a partir de 1928. En 1930, de hecho,
Calder y Mondrian, que convivieron juntos, compartieron también el mismo
interés por el equilibrio y la abstracción. Pero fue Calder quien les dio el
impulso decisivo hacia las alturas. Alexander pone en movimiento a Mondrian,
mientras que sugiere todas las contradicciones oníricas y surrealistas del
móvil.
Fueron numerosas las esculturas que Moore realizó bajo este mismo título desde los años veinte. Son figuras que como el propio artista afirma son capaces de expresar algo inhumano, como el paisaje, pero a través de la figura humana. Es a partir de los años 60 cuando Moore descompone repetidamente en dos y tres piezas sus Figuras Reclinadas, con el fin de dejar al espacio intermedio respirar como parte del conjunto. A partir de estos años, Moore llegó a convertirse en el escultor más prominente de su generación, sólo superado por Giacometti.
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