Antes de nada debemos situar
en el tiempo este estilo artístico en su contexto.
Se llama Edad Media al período
que va desde la caída del Imperio romano de Occidente hasta la toma de
Constantinopla por los árabes (1453), para unos historiadores, y hasta el
descubrimiento de América (1492), para otros.
La unidad cultural y política que
unía a todo el Imperio romano se fue rompiendo al final del siglo V. En la
Europa occidental evolucionaron las lenguas romances, surgieron nuevas rupturas
religiosas y nuevos credos, y las relaciones comerciales se deterioraron. En
este contexto se acabaron desarrollando dos culturas bien diferenciadas: la
cristiana occidental y la que nos ocupa, Bizancio (además del mundo Islámico).
Un momento clave para la
separación de Bizancio fue la división del Imperio realizada por Teodosio el
Grande en el 395. Desde ese momento, y con la derrota en el 476 del emperador
occidental Rómulo Augústulo a manos de los bárbaros, la división fue
definitiva, ya que el Imperio de Oriente se mantendría hasta el siglo XV, como
ya hemos apuntado.
Influencias:
El imperio bizantino tuvo una importante influencia sobre
occidente. Frente a la fragmentación occidental de Europa por las invasiones
germánicas, Bizancio representaba la continuidad del Imperio romano y la
pervivencia de la herencia del mundo griego. Fue por tanto un modelo de inspiración
para el arte occidental, apreciándose su influencia en el arte Románico, e
incluso en elementos del gótico.
A lo largo del Imperio bizantino, la evolución artística se divide
en periodos denominado edades de oro, en alusión a la riqueza y calidad de sus
materiales. Entre esas edades destaca el periodo de esplendor que se produjo
con el gobierno, en el siglo VI, de los emperadores Justiniano y Teodora, con
obras como la iglesia de Santa Sofía o el foco artístico de Rávena.
·
Recibió
influencia directa de la cultura grecorromana y oriental (principalmente de
Siria y Asia menor), realizando una mezcla de estos diferentes aspectos
culturales.
·
Estilo
artístico con fuerte presencia del uso de colores.
·
Fuerte
presencia de temas religiosos (dado el poder imperante del cristianismo).
En Pintura:
Destacan los frescos (pinturas en las paredes, principalmente de iglesias),
miniaturas (para ilustrar libros) e iconos (pinturas en paneles). Con un predominio del tema religioso, especialmente la pintura
de las imágenes de Cristo y la Virgen María. En la arquitectura podemos destacar la construcción de iglesias grandes e imponentes, cuya principal característica fue la presencia de cúpulas sostenidas por columnas. Las decoraciones y pinturas religiosas, dentro de las iglesias, fueron ampliamente utilizadas. El principal ejemplo de este tipo de arquitectura es la ya citada Santa Sofía (con ubicación en la actual Estambul).
La escultura bizantina es caracterizada por influencia oriental, siendo un referente de la degeneración del imperio romano occidental. Podemos citar como características principales: uniformidad, rigidez, falta de naturalidad, presencia de líneas geométricas y follaje estilizado.
Y por último, la importancia de los Mosaicos, técnica artística generalizada en el imperio bizantino, especialmente en la edad de oro, en la época del reinado del emperador Justiniano. Imágenes religiosas y del emperador fueron los temas principales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario