ARQUITECTURA RELIGIOSA: PÁGINA 144
ARQUITECTURA CIVIL:
Entre
las construcciones civiles destacan las de carácter defensivo, como la alcazaba, edificio
militar que, además, tenía funciones de carácter civil administrativo.
Destacamos
en segundo lugar las fortalezas o castillos, que servían para
defenderse del ataque de los enemigos y aprovechaban al máximo las
irregularidades del terreno.
Y
el otro tipo de edificio civil es el PALACIO:
Habitualmente estaban poco
ornamentados por fuera, pero que por dentro, como residencia de soberanos y
príncipes, estaban profusamente decorados, para expresar así la importancia de
sus moradores, que intentarían dejar admirados a los visitantes. Estos
conjuntos arquitectónicos, tanto por las dimensiones, como por la complejidad y
diversidad de espacios, llegan a ser verdaderas ciudades, como el palacio de Medina Al-Zahara, de
Córdoba. Actualmente se conserva uno de los bellos salones del palacio califal,
estructurado en cinco naves precedidas por un pórtico. La riqueza decorativa se
despliega en los mármoles blancos grises y rosados de las columnas y en el
exquisito recubrimiento floral y geométrico de los paramentos (Un paramento es
cada una de las caras de
todo elemento constructivo vertical, como paredes o lienzos de muros). Las
columnas articulan ya un lenguaje propio: añaden decoración y epigrafía en las
basas; potencian el cromatismo de los fustes y exhiben un gran trabajo de labra
en los capiteles. El capitel califal cordobés no oculta las reminiscencias del
capitel romano compuesto, con la unión de hojas de acanto y volutas jónicas,
aunque lo enriquece con la filigrana surgida de la técnica del trépano
Los
palacios, de dimensiones variadas, suelen estar divididos en dos partes, una
dedicada a la vida pública y otra dedicada a la vida privada. Las numerosas
dependencias del palacio se distribuyen alrededor de un patio interior, como
sucede en el palacio-castillo de la Aljafería de Zaragoza, y
a menudo disponen de bellos jardines donde el agua tiene una importancia
primordial. Los mejores ejemplos son la Alhambra de Granada y
el palacio del Generalife, al norte de la Alhambra, caracterizados por una gran
belleza interior en la que se conjugan con una armonía excepcional el arte y la
naturaleza.
El conjunto palatino solía quedar cerrado en un recinto amurallado. Tanto estas fortificaciones como las murallas se componen generalmente de una serie de altas torres con merlones dentados y notables puertas de acceso, normalmente abovedadas.
El conjunto palatino solía quedar cerrado en un recinto amurallado. Tanto estas fortificaciones como las murallas se componen generalmente de una serie de altas torres con merlones dentados y notables puertas de acceso, normalmente abovedadas.
En
el ámbito de la Península Ibérica también cabe citar los baños públicos, que se
situaban principalmente en centros urbanos cerca de los mercados y de las
mezquitas. Tienen su origen en las termas romanas y constan de una sala de
entrada o vestíbulo y tres salas destinadas a baños de diferentes temperaturas.
Los baños árabes, sin embardo, no tienen sólo una función higiénica, sino
también ritual.
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