domingo, 21 de mayo de 2023

4. Identifica las siguientes obras: l'Unité d'Habitation en Marsella, de Le Corbusier; el Segram Building en Nueva York, de Mies van der Rohe y Philip Johnson; el Museo Guggenheim de Nueva York, de F Lloyd Wright; la Sydney Opera House de J. Utzon; el Centro Pompidou de R Piano y R. Rogers; el AT&T Buíldíng de Nueva York de Ph. Johnson; el Museo Guggenheim de Bilbao, de F. 0 Gehry



l'Unité d'Habitation en Marsella, de Le Corbusier 
Comentada brevemente en la página 428

 Tras la Segunda Guerra Mundial, dio un cambio radical: empezó a explorar las posibilidades plásticas del hormigón armado. En lugar de trabajar con los muros cortina de cristal de los rascacielos, puso el énfasis en la expresividad de los cerramientos, concibiendo el edificio como un objeto esculpido.

La Unidad de Habitación era un colosal bloque residencial, alzado sobre pilotes y rematado con una terraza ajardinada. Un complejo cálculo de proporciones (el sistema modulador) aseguraba que el conjunto no perdiera en ningún momento la escala humana. Este modelo de vivienda inauguraba una nueva expresividad, la arquitectura basada en el hormigón visto, muy alejada del estilo internacional, que sería muy imitada desde ese momento.

La Unidad habitación de Marsella diseñada por el arquitecto del siglo XX es uno de los proyectos más revolucionarios e innovadores y que hacen de Le Corbusier, una de las grandes figuras arquitectónicas de la historia del arte. Quizás, en comparación con otros de sus proyectos mucho más estéticos y visuales, la concepción de esta Unidad de Habitación pueda parecer desmerecida, demasiado sobria y somera, sin embargo en ella se sintetizan prácticamente todas las teorías constructivas de este arquitecto además de ser un icono surgido tras la Europa devastada por la Segunda Guerra Mundial.
 Charles Édouard Jeanneret-Gris, más conocido como Le Corbusier, (1887 – 1965) es una de las figuras más destacadas de la arquitectura del siglo XX. Sus obras son el reflejo de la modernidad adaptándose a las necesidades del hombre sin perder por ello su esencia artística. Le Corbusier trabajó como arquitecto, ingeniero e incluso pintor y diseñador; sus obras representan algunas de las teoría artísticas que también plasmó en tratados teóricos. En este sentido debemos destacar como, durante los años de la Segunda Guerra Mundial la producción de nuevas obras se encontraba casi paralizada, el artista aprovechó el momento para centrarse en el campo teórico de la arquitectura desarrollando sus ideas en el Modulor, la Unidad Habitación que aquí nos ocupa está basada en algunas de estas teorías.
La obra comenzó a ser diseñada en 1945 y dos años después comenzaría su construcción, que se prolongará hasta 1952. El proyecto consistía a grandes rasgos, en la creación de una vivienda colectiva en cuyo interior se administrasen los servicios básicos de manera que sus habitantes pudiesen hacer vida de manera “autónoma” con respecto al resto de la urbe. El proyecto surgió para dar respuesta a las nuevas necesidades de la sociedad tras la Gran Guerra: la inmediatez de la vida urbana comenzaba a impregnar las ciudades que paulatinamente se iban reconstruyendo, la necesidad de espacio se volvía una constante y la circulación comenzaba a dar muestras de una progresiva masificación.

Así Le Corbusier planteó la creación de un gran edificio levantado sobre grandes pilares que lo aislaran del suelo y realizado en hormigón armado en lugar de en acero como solía ser costumbre antes de la Guerra, con el fin de abaratar los costes, en principio la nueva solución no parecía convencer demasiado a los críticos del momento, sin embargo pocos años después ésta se convirtió en el germen de la arquitectura brutalista. En su interior encontramos un total de cincuenta y ocho viviendas, todas ellas en dúplex que comparten cada tres plantas un pasillo de acceso comunitario.
Pero además de las viviendas la Unidad Habitación contaba con tiendas, oficinas y otros servicios más diversos como una enfermería, un gimnasio… así, en un total de 1600 estancias planteadas en un solo bloque Le Corbusier pone en funcionamiento su particular idea de vivienda. La obra del arquitecto modernista pretende buscar la autonomía del individuo en el seno de una ciudad cada vez más masificada y colectivizada.

En la wiki podéis ves cómo eran los móulos de viviendas, las calles y alguna curiosidad más.



Resultado de imagen de Seagram Building en Nueva York, de Mies van der Rohe y Philip Johnson
Segram Building en Nueva York, de Mies van der Rohe 


Como ya hemos apuntado antes, la búsqueda de estructuras elementales realizada por Mies Van der Rohe se materializó en dos tipologías de edificios, el pabellón, para la construcción horizontal, que acabamos de ver en la matriz anterior y el rascacielos para la construcción vertical. Sus rascacielos en EEUU lo catapultaron como máximo representante del estilo internacional y son los exponentes más puros del aarquitectura de "piel y huesos" (acero y hormigón como estructura y vidrio a modo de piel brillante que recubre el esqueleto). En ellos desaparecen los ornamentos, las referencias historicistas y los muros sustentantes, as fachadas se convierten en meros aislantes del exterior. Subyace sin embargo un clasicismo evidente en el cuidado de las proporciones, la perfección compositiva de los detalles y los materiales de los acabados.
El ejemplo más conocido entre sus rascacielos es el:

Edificio Seagram (1958) 




Ubicado en el 375 de Park Avenue (Nueva York), es una moderna torre de oficinas. Fue el primer edificio en el mundo en utilizar paneles de vidrio de piso a techo. 
(Movimiento moderno. Estilo Internacional)
Planta y alzado ortogonal. Rigurosamente geométrico y funcional.
Planta libre
Su tipología deja en evidencia la estructura compuesta por vigas de acero y columnas de bronce.
Muros cortina que interrelaciona el interior y exterior. Además, esas ventanas continuas de suelo a techo , pura estructura muro-cortina, acentúan la sensación de verticalidad.

Este edificio es además un alarde de osadía, dado el precio que tenía (y tiene) el terreno, pues precede al edificio una gran y austera plaza, que además de servir de base al edificio, resalta su masa de 38 plantas.



Decoración clara y reducida a la mínima expresión.
Símbolo del mundo industrial contemporáneo, utilizando los mínimos medios, ilustra el lema del arquitecto: Menos es más.

Mies diseñó su edificio a la manera de las columnas antiguas, con basa (entrada y hall), fuste (bloque principal de oficinas) y capitel (la parte superior del edificio que sirve como remate a la composición).



Mies perfecciona el rascacielos hasta convertirlo en símbolo del estilo internacional.

Otra frase célebre de Mies era: "Dios está en los detalles". No en vano, decoró hasta el último objeto de la decoración interior de este edificio. Lámparas, tabiques divisorios,, etc., serían posteriormente fabricados en serie









Museo Guggenheim de Nueva York, de F Lloyd Wright





Nueva York EE.UU. Museo que acogería la colección privada de arte abstracto de un magnate de la industria: Salomón Guggenhein

Es el último edificio que proyectó Wrigth. Testimonio monumental de la arquitectura orgánica entendida como modelo de articulación del espacio y como materialización de la plasticidad propia de las formas orgánicas

Exterior helicoidal, como un tronco de cono invertido, de hormigón que coincide con la forma interior y que recuerda un enorme caracol.



Materialización de la plasticidad propia de las formas orgánicas.
El interior se organiza a partir de una gran rampa en espiral que permite ver las obras de arte expuestas sin interrupción y desde distintas distancias. El público debe subir hasta lo alto en ascensor y bajar a través de la rampa.

El espacio central, rematado por una cúpula translúcida, que ofrece iluminación cenital, queda vacío.

Este edificio, diseñado por el célebre Frank Lloyd Wright, tiene su origen en la determinación de una familia judía asentada en Nueva York a comienzos del s.XX, la familia Guggenheim, por mostrar al público la excepcional colección que, desde tiempos de Simón (el primer coleccionista de la familia), se había ido reuniendo.
Será Solomon Guggenheim quien continúe con la labor iniciada por su hermano y decida crear un museo, de forma que, a partir de 1937, la colección comience a ser expuesta en diversas sedes alquiladas a tal efecto.

Tras la II Guerra Mundial se le va a encargar a Wright la creación de un edificio para la gran colección que ya tenían en esos momentos, llevando a cabo éste las obras de 1956 a 1959 con una total libertad de acción.
El edificio resultante es una construcción formada por dos bloques bien acomodados al entorno en el que se insertan y destinados a fines diferentes (uno para la colección y otro para los servicios del museo). Debería haber habido al parecer un tercer bloque, decidido por Wright junto con la familia Guggenheim, que no se llegó a construir.
Este edificio lo que plantea es el desarrollo extremado de una galería, aunque en forma helicoidal, lo que ofrece la posibilidad de una luz cenital que lleve iluminación a todas las plantas, principalmente al exterior del perímetro (para el interior, se recurrió a la luz artificial).
Es ésta una hermosa creación de vanguardia, en lo que a la arquitectura se atiene, que conjuga las ideas de perfección del círculo con las corbusianas. Sin embargo, desde el punto de vista del tránsito de los visitantes, por ejemplo, plantea problemas puesto que la forma de espiral ascendente obliga a una sola e incómoda circulación.


Conocerá de todas las maneras imitaciones posteriores e incluso una ampliación, llevada a cabo por Siegel y destinada a albergar las colecciones permanentes, aunque la mayor importancia de este edificio es la otorgada por el hecho de que, discutible o no su validez, inaugurará el concepto de “cadena de museos”.




Sydney Opera House de J. Utzon


Últimas representaciones organicistas.
La Casa de la ópera de Sídney también conocida simplemente como Ópera de Sídney es uno de los edificios más innovadores de la historia reciente de la arquitectura. Ubicada en Nueva Gales del Sur, Australia, la obra fue realizada por el arquitecto Jorn Utzon.
Utzon (1918 – 2008) es uno de los arquitectos más reconocidos del siglo XX. Hijo de un ingeniero, comenzó sus estudios de arquitectura en la Real Academia de Bellas Artes de Dinamarca pero según el propio arquitecto lo que realmente fue decisivo en su trayectoria artística fue los diversos viajes que realizó por Estados Unidos y Sudamérica tras la Segunda Guerra Mundial. 

En su concepción arquitectónica se muestra una gran divergencia, las construcciones privadas son concebidas por el arquitecto como un elemento más del entorno de manera que se camuflan en éste; por su parte a las construcciones de índole público el artista les confiere un carácter monumental que resalta exageradamente en el conjunto urbanístico. Bajo estas mismas premisas el arquitecto diseñará la famosa ópera de Sídney.
La adjudicación del proyecto se llevó a cabo mediante un concurso que el arquitecto ganó en 1959. El proyecto inicial planteaba que la opera estaría construida en unos tres años y con un presupuesto de tres millones de dólares australianos, sin embargo a lo largo de la construcción fueron surgiendo diferentes problemas de índole arquitectónico y de ingeniería que retrasaron el proyecto unos quince años y aumentaron el presupuesto hasta un total de casi ciento dos millones de dólares.
El edificio de la opera de Sídney ocupa una superficie de casi dos hectáreas; tiene más de ciento ochenta metros de largo y unos ciento veinte de ancho y la estructura se sustenta en casi seiscientos pilares hundidos más de veinticinco metros sobre el nivel del mar.



El edificio se compone de dos partes bien diferenciadas: por un lado una base maciza que es el edificio propiamente dicho. En este espacio se albergan las salas utilitarias como camerinos, almacenes etc. Pero también dos grandes salas, una de ópera y otra de teatro, con un imponente graderío que acomoda a más de cinco mil espectadores. Esta gran base fue realizada con piedra oscura que otorga gran solidez al conjunto.
Sin embargo lo más conocido de la obra realizada por Utzon es su cubierta formada a través de una especie de conchas que comúnmente se han llamado gajos y que se han cubierto con más de un millón de azulejos de color blanco y marfil brillante. Las conchas parecen apoyarse con gran inestabilidad como si unas sostuvieran precariamente a las otras. Cada una de las dos salas importantes se cubre con un total de cuatro parejas de gajos, mientras que el restaurante solo lo hace con dos.




Así el artista ha llevado a cabo una dualidad entre la plataforma inferior y la cubierta superior, un juego realizado con diferentes volúmenes, colores e incluso con la luz. El edificio fue inaugurado en octubre de 1973 esta regentado por el Ministerio de Arte de Nueva Gales del sur.












Centro Pompidou de R Piano y R. Rogers


Estética tardomodernista.
Esta audaz propuesta de dos jóvenes radicales impactó por su estética de "refinería de petróleo", cuya propia forma arquitectónica ponía en evidencia la ruptura con la tradición cultural vigente. 



















Renzo Piano, left, and Richard Rogers in 1977. Photograph: Jacques Minassian

El esqueleto externo de la construcción es un andamiaje metálico recubierto de cristal con todos los servicios e instalaciones trasladados al exterior, de manera que el interior de la planta queda totalmente libre, transformable según las necesidades expositivas.


A pesar de que todos los tubos y barras no dejen ver las fachadas del Pompidou, el interior es bastante luminoso ya que el acristalamiento es continuo. Por los techos interiores pasan todas las tuberías y elementos que hay en las fachadas, estando todos estos elementos a la vista. De esta manera, dentro del edificio se consigue esa misma imagen de caos y maraña de elementos tecnológicos propia del exterior. Renzo Piano colocó sobre cada obra de arte un pequeño falso techo para protegerla visualmente de la red de tubos que hay en el techo y evitar que la mirada se distraiga al contemplar la obra expuesta.

La planta es rectangular, siendo los lados más largos los correspondientes a la fachada de la plaza y la de servicio.


En las fachadas, la envoltura tecnológica, visible, desnuda, se convierte en su propia decoración: desde los tubos de los conductos de acondicionamiento de aire, pintados de colores (lo que le da un aspecto de desenfado), hasta las escaleras mecánicas, que cubiertas por un tubo de sección circular transparente, se convierten en una original "serpiente" que conecta los diversos niveles del edificio.

Las instalaciones del edificio tienen una serie de colores que sirven de código para que el visitante sepa la función que tiene cada elemento. Las piezas pintadas de rojo cumplen con la función de comunicación (ascensores y escaleras), el azul es la climatización, el verde las instalaciones del agua , el amarillo es la electricidad, y el blanco las tomas y extracciones de aire. La escalera exterior de la fachada de la plaza tiene sus forjados inclinados pintados de rojo. 


Los arquitectos del High Tech buscan la exhibición de los componentes tecnológicos del edificio en clave expresiva gracias al diseño. Hunden sus raíces en el futurismo de principios del siglo XX, ansioso por mostrar los elementos icónicos asociados al progreso tecnológico.

Esta es en la actualidad una de las construcciones más famosas de la arquitectura “High Tech”, que paradójicamente, en el momento de su inauguración fue producto de innumerables críticas por parte de historicistas conservadores que repitieron el fenómeno sucedido con la torre Eiffel, pues hoy en día, el Centro Georges Pompidou es un símbolo más de la ciudad







AT&T Buíldíng de Nueva York 
de Ph. Johnson

Nueva York
Autor: Philip Johnson (1978-1982)



Actualmente conocido también como el edificio Sony, el edificio AT&T es construido de la mano de Philip Jonhson como una reacción al Movimiento moderno, siendo la primera vez que se rompía con la imagen tradicional del rascacielos del Movimiento Moderno.

En este edificio se emplea granito rosa en vez de muro cortina de cristal. Se remata con un enorme frontón abierto

El edificio AT&T fue un hito en la arquitectura postmoderna. Philip Johnson llegó a exclamar: "yo admiro mucho a Mies Van Der Rohe, pero en EEUU ya estamos aburridos de 20 años de sus cajas negras".
Johnson, sirviéndose de las tecnologías más avanzadas realiza una relectura posmoderna de las referencias clásicas. 

Un monumental arco axial de entrada (que ocupa siete plantas); la alta fachada de granito rosa en lugar del muro-cortina de crista moderno; y un osado frontón abierto circularmente en su vértice, que acoge la maquinaria de la climatización cuyos humos deben crear la sensación de niebla en lo alto.

En el edificio podemos apreciar dos puntos principales referentes al clasicismo, que se encuentra uno en la base, lo que sería la gran entrada principal de un portón de medio punto rodeado de tres vidrieras a cada lado reforzadas de hierro, y el segundo punto clasicista se encuentra en lo alto del edificio, un remate con un hueco semicircular que atraviesa el tejado, es un frontón partido que recuerda a Chippendale, dotando al edificio de una gran elegancia y distinción. Entre la base y el techo se compone por numerosas hileras de ventanas pequeñas. Compuesto de granito rosa, se comienza a construir en 1978 y se finaliza en 1982. Mide 197 metros de altura y tiene 37 plantas, localizándose en el 550 de avenida Madison, en Manhattan, Nueva York.



Museo Guggenheim de Bilbao, de F. 0 Gehry
Comentado  en la página 57 del cuadernillo.


Es tanto lo que se ha dicho de este edificio que es difícil aportar algo nuevo, sin embargo sí es posible realizar un mínimo estudio de los factores desencadenantes de esta actitud, así como el resultado de esta “apuesta” de las autoridades políticas vascas.
Entre los diversos motivos que se han expuesto para argumentar la creación del museo el considerado principal radica en la idea del museo como un símbolo. Un símbolo de cambio, de la capacidad de resurgimiento del pueblo vasco, de su adaptación a la modernidad.
Sin embargo, la historia es un poco más compleja y larga hasta llegar al alzamiento del Guggenheim como un icono mediático en la ciudad de Bilbao. Lo cierto es que el museo vasco es una sucursal más de la Fundación Guggenheim, museo dirigido por un historiador y, principalmente, un economista (Krens), el cual llevaba planteándose desde hacía tiempo el funcionamiento de los museos como una empresa global.
Dos son las causas principales a añadir a esta idea para que el resultado acabe siendo el Guggenheim Bilbao: el museo neoyorquino necesitaba dinero porque acababa de abrir una nueva sede en el barrio chino y había contraído una fuerte deuda, junto a esto la idea de la apertura de una nueva sede del Guggenheim en Europa se venía barajando desde hacía tiempo.
En un principio las conversaciones tendrán lugar en Salzsburgo, Venecia y Madrid, iniciándose el diálogo con Bilbao a la par que con la capital española tampoco se llegaba a un acuerdo. Y es que ninguna de estas ciudades reunía las necesidades que habían situado a la ciudad vasca en un momento crítico en el que esta oferta suponía una puerta al desarrollo: es el inicio de la década de los 90 y la visión del País Vasco en el extranjero está condicionada por las acciones terroristas que se mediatizan, además la ciudad necesita renovar su tejido urbanístico y económico (algo que se propone desde la cultura puesto que desde la industria había fracasado). Hay incluso quien ha señalado que los vascos no deseaban verse excluidos de lo que se ha denominado los “fastos del 92” y decidirán crear y festejar los suyos propios.
El caso es que la propuesta no va a tardar en ser aceptada por el gobierno vasco, el cual ve la posibilidad de una renovación de la ciudad por medio de este museo. La idea era mejorar la imagen de la ciudad, dinamizarla y esto es algo que se ha conseguido por completo, sin lugar a dudas.
Para la construcción del edificio, se organizó un pequeño concurso internacional que apenas duró quince días, alzándose con la victoria Frank O. Gehry (al parecer, desde el principio Krens deseaba que fuera él quien construyera el edificio).
El edificio, inaugurado en el 97, está situado en una de las zonas antiguamente más deprimidas de la ciudad, junto a la ría del Nervión. Construido en Titanio, se usó para su realización un programa arquitectónico de una alta tecnología (empleado en la NASA), motivo por el cual el edificio es tan perfecto.
Lo cierto es que el museo se integra perfectamente en el contexto en el cual se inserta: los tonos, los colores, reflejan el tono de la ciudad y concuerdan con la ría vecina. Además, parece un barco varado, por continuar con la similitud (aunque en la vista aérea adquiere forma de flor). 

Es una excepcional muestra de talento, se mire como se mire, e incluso sus detractores han de poder admitir la grandeza del edificio, que ha pasado a convertirse en un hito más de la arquitectura del s.XX.
Entre éstos, sin embargo, existen quienes cuestionaron su construcción aduciendo su carácter de gran escultura, la no existencia de una colección vertebrada y la poca funcionalidad del interior como museo.
En lo que respecta a la colección es cierto que la lista de obras está concertada con el Guggenheim Nueva York (no hay que olvidar su peculiaridad como sucursal) aunque en el momento de la creación del museo vasco se acordó la presencia de artistas españoles y una dotación para ir adquiriendo obras de autores contemporáneos del país (hubo problemas con esto puesto que Krens, en un principio, no estaba de acuerdo).
Con respecto al problema que puede suponer que la arquitectura adquiera tanto valor por sí misma que el contenido del museo y su labor como tal pierdan importancia, tan sólo es posible decir a su favor que este mismo hecho es el que ha logrado la inclusión de la ciudad de Bilbao en los circuitos artísticos mundiales, algo que de no haber sido por el museo difícilmente hubiera tenido lugar.

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